Medio natural del Cap Salou
Geología
El Cabo de Salou es una zona de gran interés geológico, y de hecho es la única declarada como Espacio de interés geológico (EIG) entre el delta del Ebro y la Costa Brava. Puedes informarte sobre la geología del Cap de Salou haciendo clic en el siguiente enlace:
Adaptaciones de la flora esclerófila mediterránea
Buena parte de las plantas existentes en el cabo de Salou están adaptadas a las peculiares condiciones climatológicas mediterráneas, que hacen coincidir la época de más calor con la de menos lluvia, imponiendo a las plantas duras situaciones de estrés hídrico. Por ello, las plantas se ha adaptado morfológicamente, generando hojas generalmente muy pequeñas (para reducir la superficie de transpiración), hojas a menudo con colores pálidos (azulados, grisáceos, blanquecinos) para reflejar al máximo la luz del sol y evitar que suba mucho la temperatura, hojas con pelos (para captar la humedad del aire y el rocío) y a menudo hojas duras y coriáceas, a veces recubiertas de aceites y esencias, para reducir la pérdida de agua por transpiración.
El Dr. Gibert
Una de las plantas más habituales junto al camino de ronda de Salou es Limonium gibertii, endémica del litoral tarraconense entre el Delta del Ebro al sur y el Garraf al norte. Esta planta toma su nombre del Dr. Agustín M. Gibert y Oliver (Tarragona, 1852 a 1928). El Dr. Gibert ejerció de médico durante siete años en la población de Vila-seca y se dedicó a estudiar ampliamente el medio natural de toda esta área del Tarragonès. A él le debemos muchos de los primeros datos naturalísticos de la zona, describiendo el conjunto formado por el cabo de Salou y la playa y humedales de la Pineda como un entorno de gran valor donde habitaban especies ahora desaparecidas como el viejo monje (Monachus monachus) o el sisón (Tetrax tetrax). Destaca su obra "Topografía Médica de Vilaseca de Solcina", que contempla aspectos tanto del medio físico como del medio natural, al tiempo que aporta una visión histórica y humana. La obra fue premiada con la Medalla de Oro por la Real Academia de la Medicina de Barcelona en 1891 y se encuentra fuertemente influenciada por la concepción de las relaciones entre el hombre y el entorno del hipocratisme, el que afirmaba que el estado de salud del individuo depende en gran medida de algunos aspectos del medio físico.
Fondos arenosos
Buena parte de la costa inmediata ante el cabo de Salou está compuesto por fondos arenosos bastante uniformes, sin prácticamente accidentes como afloramientos rocosos. En algunas de estas zonas arenosas se desarrollan las praderas de posidonia, pero en muchas zonas se trata de extensos arenales submarinos, bien iluminados, sin prácticamente vegetación. Aunque lo parezcan, no son desiertos. Son el hábitat habitual de algunas especies de peces de interés como la herrera (Lythognathus mormyrus), la dorada (Sparus aurata), la lubina (Dicentrarchus labrax), el salmonete (Mullus barbatus), el venenoso pez-araña ( Raja clavata) y algunos peces planos con el lenguado (Solea vulgaris), acompañados a veces de sepias (Sepia officinallis). Todos estos se alimentan de los numerosos invertebrados marinos (gusanos y moluscos) que aprovechan estos fondos blandos para vivir.
Los prados de posidonia
En los fondos arenosos dominantes frente al cabo de Salou se desarrollan praderas de posidonia (Posidonia oceanica) y otras fanerógamas marinas. No se tratan de algas, sino de plantas superiores, con hojas parecidas a las de las cebollas. Estos prados submarinos, que se extienden por toda la costa de Tarragona, crean unos hábitats de gran valor, ya que aparte de su gran productividad, se convierten en refugios para muchas especies de invertebrados y peces y en áreas preferentes de protección. Además, protegen el fondo marino de la erosión de los temporales y sus restos, depositados en las playas, también ayudan a evitar la pérdida de arena por el oleaje. Por todos estos motivos, las praderas de posidonia están protegidos por la Unión Europea como hábitats de interés comunitario
La sabina litoral
La sabina litoral (Juniperus phoenicea subsp. lycia) es una conífera peculiar que tiene en el cabo de Salou uno de los pocos lugares donde aparece en Cataluña. Se trata de un arbusto arborescente, a menudo con crecimientos postrados para situarse en primera línea de mar, hojas parecidas a las del ciprés y pequeños frutos marrones. En el cabo de Salou aparece puntualmente, a menudo con matas aisladas, a los diferentes espolones rocosos. En Tarragona es muy abundante en el popular Bosque de la Marquesa, e incluso da nombre a una playa (la Savinosa). Los sabinares litorales son mucho más comunes en las Islas Baleares y en las costas meridionales de la Península, y el hecho de que tengamos pequeñas muestras al cabo de Salou es un elemento más que le proporciona mucho valor de biodiversidad.
Las aves del acantilado
Los acantilados marinos son un hábitat muy peculiar que, históricamente, han servido como punto de nidificación y refugio de muchas especies de aves. El cabo de Salou, debido a su alto grado de transformación, así como la continua accesibilidad de embarcaciones y personas en todos sus rincones, ya no conserva condiciones adecuadas para la nidificación de especies que existían antes, como el cormorán moñudo (Phalacrocorax aristotelis), el águila pescadora (Pandion haliaetus) y el halcón peregrino (Falco peregrinus). Actualmente, existe alguna colonia de vencejo pálido (Apus pallidus), paloma zurita (Columba oenas) y se puede observar, en invierno, como el martín pescador (Alcedo atthis) que se apoya para pescar en las aguas tranquilas de las calas, o el cormorán (Phalacrocorax carbo) que descansa. El cabo también es un punto habitual de parada para pequeños fringílidos migrantes, sobre todo cuando hay temporal.
Las aves marinas
El cabo de Salou, como accidente orográfico que penetra dentro de la plataforma continental, es una buena atalaya para observar aves marinas. Si bien nuestro mar no es especialmente rico en este grupo, se le pueden observar diversas especies. Entre las más habituales, las gaviotas: las más grandes, la gaviota sombría (Larus fuscus) y la gaviota patiamarilla (Larus michahelis), especialmente en invierno. Muy activa es la gaviota corsa o de Audouin (Larus audouinii), endémica del Mediterráneo, y las gaviotas reidoras (Chroicocephalus ridibundus) y gaviotas cabecinegra (Larus melanocephalus). Acompañando las gaviotas, es frecuente observar varias especies de charranes, estilizados pájaros con alas delgadas y largas y colas forzadas, que recuerdan las golondrinas (de ahí que popularmente se hayan llamado golondrinas de mar). Destacan el charrán común (Sterna hirundo), el charrán patinegro (Sterna sandvicensis), y el charrancito común (Sterna albifrons). Todas estas especies son bastante llamativas y pescan lanzándose espectacularmente en picado hacia el agua.
Uno de los pájaros invernantes más grandes y espectaculares es el alcatraz común o atlántico (Morus bassanus), que se puede observar haciendo picados al agua. Los parásitos, más escasos (Stercorarius skua y S. parasiticus), acosan a las otras aves marinas hasta robarles la comida. También en ocasiones se observan grupos de aves que planean a pocos centímetros de las olas: en verano la pardela cenicienta (Calonectris diomedea), y, durante todo el año, la más pequeña y oscura pardela balear (Puffinus mauretanicus) , muy escasa y también protegida.
La Mola dels Aires
Aunque el fondo marino ante el cabo de Salou es básicamente homogéneo y formado por extensos arenales con manchas de praderas de posidonia (Posidonia oceanica), destaca la aislada roca de la Mola dels Aires, frente a la cala Crancs. Seguramente es el resto de un bloque de erosión del acantilado del cabo de Salou que ha soportado el efecto de los temporales. Es una roca de unos 10 metros de diámetro que asciende bruscamente desde los 6 metros de profundidad hasta los 0,7 metros de profundidad (por tanto bastante visible desde la superficie) y con perfiles muy verticales, siendo un punto de peligro para las embarcaciones y al mismo tiempo un refugio de biodiversidad de especies propias de los roquedos sumergidos, aislado en medio de los arenales.
Las conchas del Cap Salou
Una de las aficiones habituales de los paseos en las playas y calas es la recogida de conchas. Los fondos arenosos frente al cabo de Salou hospedan una serie de especies de bivalvos, las conchas que llegan al borde de mar. Destacan como más abundantes las chirlas (Chamelea gallina) y las tellinas (Donax trunculus, D. semistriatus), ejemplares vivos de las que es fácil encontrar a muy poca profundidad enterradas en la arena. Otras especies como Spisula subtruncata, Mactra stultorium, Acanthocardia tuberulata, Glycimeris Insubria, Chlamys varía, tellinas planata, Scrobicularia plana y Ensis ensis pueden también ser encontradas. Algunas de estas conchas están agujereadas; se trata del efecto de predadores naturales como el caracol marino Natica hebraea, que agujerean las cáscaras para alimentarse de la carne de los moluscos.
Las comunidades supralitorales y mediolitorales del Cap Salou
Desde el punto en que rompen las olas en la línea de costa hasta el fondo arenoso subyacente, hay varios perfiles rocosos que alcanzan poca profundidad donde se sitúan las llamadas comunidades bentónicas, estructuradas en relación a la cantidad de luz que llega. En la zona supralitoral, donde sólo llega el agua esporádicamente, se caracteriza por ser un medio difícil de colonizar, tanto para organismos marinos como terrestres, por causa de las variaciones en la presencia de agua, y de las oscilaciones de temperatura y salinidad . Aquí los organismos mejor adaptados son los líquenes como Verrucaria symbalana, así como pequeñas caracolas de color negro (Littorina neritoides) y a menudo vemos correr un pequeño isópodo, llamado Pastereta (Ligia italica). En la zona en contacto continuo con las olas, el elemento clave que determina las especies son la resistencia a la desecación. La especie indicadora es un cirripedia conocido como bellota de mar (Cthamatus stellatus), y aparecen también moluscos gasterópodos como los barrerita (Patella rustica) y los especiales Quinton (Chitton olivaceus).