Salou hace efectiva la compra de Cala Morisca en la zona de Cap Salou, que pasa a formar parte del patrimonio municipal

El Ayuntamiento ha firmado el acta de expropiación con los antiguos propietarios por 850.675 euros

La voluntad municipal es la de derribar el chalet y que el espacio pueda formar parte del camino de ronda, recuperando su estado natural y paisajístico

Después de más de veinte años de negociaciones del Ayuntamiento de Salou ha conseguido hacerse con la propiedad de Cala Morisca, la finca de Antoni Pedrol Rius en lo alto de un acantilado en Cala Crancs, en el Cap Salou. El ex senador y decano durante más de 20 años del Colegio de Abogados de Madrid, y presidente del Consejo General de la Abogacía, a su muerte, dejó en herencia al Ayuntamiento de Reus y al Colegio de Abogados de Madrid, toda la propiedad es, además de una usufructuaria. Ahora, ya se ha rubricado el acuerdo expropiatorio con todas las partes implicadas y el Ayuntamiento de Salou destina 850.675 euros de su presupuesto municipal. Las dos fincas ocupan unos terrenos de casi 9.200 metros cuadrados e incluye un chalet en estado ruinoso y unos amplios jardines.

El alcalde de Salou, Pere Granados, ha firmado el acta de pago con las dos propiedades y ha anunciado que "en breve se derribará el chalet y se procederá a restaurar paisajísticamente la zona, haciendo que sea parte de un espacio para a todos los salouenses en una de las zonas más abruptas del cabo Salou y, sin lugar a dudas, en un lugar privilegiado ". Granados añadía que "queremos que se convierta en un lugar de referencia integrado dentro del camino de ronda".

El proceso para la expropiación forzosa se inició el pasado 26 de abril con un acuerdo de la Junta de Gobierno Local, que también aprobó declarar la utilidad pública de los bienes y derechos afectados por el proceso y someterlo a información pública. Posteriormente, el pasado mes de julio, se firmó un convenio a tres bandas con el alcalde de Reus, Carles Pellicé y también por parte del Colegio de Abogados de Madrid.

El Plan de Ordenación Urbanística Municipal (POUM) aprobado en 2003 estableció que estas dos fincas pasaran a ser catalogadas como terrenos protegidos por el alto valor natural y paisajístico y, además, quedan plenamente afectadas por el paso del sendero del camino de ronda aún pendiente de ejecutarse en este tramo y que bordeará todo el Cap Salou por el lado del mar. Esta planificación también cuenta con el visto bueno del Ministerio de Medio Ambiente, competente en materia de costas.