Historia
La franja litoral que ocupa el término de Salou ha sido un enclave privilegiado para el desarrollo humano favorecido por sus playas y calas.
La presencia de un poblamiento sedentario en la zona es testimoniada con el establecimiento de los íberos y la civilización romana. Son los tiempos de la mítica Salauris que tradicionalmente se identifica con Salou.
A partir de aquí, y con la llegada de los sarracenos, se produce un progresivo despoblamiento y abandono del territorio. No será hasta la mitad del siglo XII, y con el impulso de la reconquista, cuando se intente una nueva repoblación. El 1194 se documenta la Carta de población de Salou, otorgada por Alfonso I el Casto a favor de Ximeno de Artusella.
El siglo XIII está marcado por la obra conquistadora del rey Jaume I, que enterado de las excepcionales condiciones del puerto natural de Salou, concentra la flota que partiría en 1229, hacia Mallorca.
A partir de la segunda mitad del siglo XIV, las condiciones de vida en Salou se tornan difíciles. La guerra entre Pedro I de Castilla y Pedro de Aragón, y las incursiones piratas provocan un nuevo despoblamiento. Precisamente, con el fin de asegurar la defensa de personas y bienes de los continuos ataques corsarios, el arzobispo de Tarragona, Pere de Cardona, manda edificar en 1530 la Torre Vella, hoy convertida en centro de arte.
Salou ha formado parte del patrimonio de la mitra tarraconense hasta época muy reciente, cuando en 1673, esta otorga derechos a favor de Vila-seca, iniciando un proceso por el cual esta villa irá adquiriendo la posesión de Salou y su puerto, lo que originó no pocas disputas con la vecina ciudad de Reus.
En 1776 se consagra la iglesia de Santa María del Mar, una modesta capilla de culto del gremio de marineros matriculados que, desde mitad de siglo, tenían cuidado en exclusividad de las tareas portuarias y pesqueras.
En 1820 se edifica la Capitanía y la Nueva Aduana, pero en noviembre de este año, un decreto de las Cortes Constitucionales suprime el funcionamiento del puerto de Salou. A pesar de que en 1858 se inaugura el Faro, la decadencia del puerto ya es patente.
En 1863 se autorizan las casetas de baño en la playa de Ponent y en 1865 se pone en funcionamiento la estación del ferrocarril. En 1887 se inaugura la línea de tranvía Reus-Salou, el popular "carrilet".
En los años veinte se empiezan a edificar los chalets modernistas del paseo de Jaume I y empiezan ha llegar los primeros veraneantes y turistas.
A partir de los años 60, Salou experimenta un espectacular crecimiento urbanístico que provoca el fenómeno turístico. El año 1965 es erigido el monumento a Jaume I que puede ser considerado todo un símbolo del Salou contemporáneo.
En los años 70, un amplio movimiento popular y organizado promoverá el proceso de segregación de Salou que culminará con la sentencia del Tribunal Supremo, el 30 de octubre de 1989, por la que concede la independencia administrativa del núcleo de Salou respecto de Vila-seca, y ordena a la Generalitat la creación del municipio de Salou. A partir de ese momento, Salou vivirá la más importante transformación urbana y social, con un impulso de re-equipamiento y renovación de servicios, y de crecimiento demográfico.
En la actualidad Salou se ha convertido en un gran destino turístico con más de 7 millones de pernoctaciones cada año y que se presenta como uno de los grandes referentes de vacaciones de Catalunya y de España, y por eso ostenta la capitalidad de la marca Costa Dorada, que se caracteriza por la variedad, la diversidad y la calidad de su oferta lúdica, cultural, natural y gastronómica.
El clima, su paisaje típicamente mediterráneo con sus extensas playas que contrastan con las pequeñas calas de gran interés natural y paisajístico, se van uniendo con el proyecto del Camino de Ronda y de recuperación medioambiental del litoral de Cap Salou. El principal reclamo de sol y playa ha hecho desarrollar en Salou un excelente complejo turístico especializado en vacaciones que le ha valido el reconocimiento de "Playa de Europa".
Pero Salou sigue siendo hoy epicentro de grandes inversiones turísticas que apuestan por nuevas instalaciones especializadas, enfocadas a dar mayor satisfacción a las diversas tendencias, conceptos y hábitos de vacaciones, que nos convierten sin duda en un destino de fusión, creando nuevas experiencias y motivaciones; entre las que destacan el reconocidísimo parque temático de atracciones PortAventura World y Ferrari Land; el complejo LUMINE Mediterranean Beach & Golf, con tres campos de golf; y un gran complejo para la práctica del fútbol y otras modalidades deportivas.
La futura implantación de una Ciudad Deportiva -en el desarrollo del sector 04- conjuntamente con un parque de negocios, y la gran avenida de diseño tipo "bulevar" permitirá la implantación de una gran zona comercial que acabará de consolidar Salou como uno de los centros de ocio y de vacaciones más importantes de Europa y de todo el arco mediterráneo.